domingo, 11 de octubre de 2015

Salida Oficial MTB: Laguna del Campillo

Hoy domingo nueve hemos sido los roselines que nos hemos animado a salir, a pesar de la amenaza de lluvia, para recorrer la clásica ruta de La Laguna del Campillo. Quedamos en la Iglesia a las 9 de la mañana, el tiempo estaba feo pero hacia buena temperatura. Aún no sabíamos que tan sólo nos llovería apenas 10 minutos, pero salíamos con la confianza de que iba a ser un gran día.
Debido al tiempo, los de carretera no salieron con excepción de Rober, enseguida le animamos a cambiar de bici para que saliera con la de MTB, no lo dudó un segundo, así que fuimos a su casa para que además pillaba de paso para salir hacia Pinto. Nos alegramos mucho de volver a salir juntos como en los viejos tiempos y no nos defraudó, ¡qué máquina!.


Continuamos hacia Pinto en busca de dos roselines más,Juanma y Quique que ya estaban en el Éboli esperándonos, saludo y foto de rigor, ¡cómo no!. Continuamos la marcha y en ese momento nos juntamos con la peña de Valdemoro que nos ganaban en número de componentes. Tras ellos cruzamos el puente de San Anton, formamos un pelotón con ellos, porque eran casi la veintena, y recorrimos unos cuantos kilómetros con ellos.

Nada más salir del casco urbano por la Cañada Galiana hacia el Arroyo Culebro, adelantamos a los de Valdemoro con un saludo cordial, les fuimos ganando terreno, algunos valdemoreños se animaron y se pusieron a nuestra rueda, empezó el cachondeo y se lio parda!!, se generó un pique de buen rollo entre algunos efectivos que les llevó hasta la M-301, algunos roselines se quedaron atrás y luego comentaron que no sabían si se habían apajarado o habían sido los demás los que habían acelerado el ritmo. Juanma y Quique a la cabeza no pudieron mantenerse a ritmo y quisieron recuperar la posición atacando en una cuesta cercana a la gravera, los muy picaos, sacaron ventaja en la cuesta abajo antes de llegar a la carretera dejando atrás a los “contrincantes”, que se quedaron recuperando el resuello en la cuneta, “-¡Nos habéis untao!”, decía uno de ellos con una sonrisa. “-¡Pero qué bien os lo pásais”, les dijimos cuando reagrupamos.


Ya en plan de tranqui, tomamos el sendero de la margen izquierda del rio Manzanares hacia Rivas, un tramo entre jara y bosque de ribera muy estrecho y divertido. Y lo fue hasta que, con Estévez a la cabeza, impusiera un ritmo mortal de necesidad. A toda máquina llegamos a las inmediaciones de Rivas donde hicimos un reagrupamiento y continuamos la marcha recuperándonos todos un poco de la paliza con la próxima subida en mente. Se trata del Mirador de la Laguna del Campillo, una subida corta pero muy exigente. Todos pudimos subir y disfrutar del paisaje mientras nos hacíamos unas fotos y comíamos algo. No contentos con ello aun hicimos un circuito por aquellas cuestas para sacarle el jugo a tan magnifico escenario.


Con la mitad de la ruta ya recorrida, era un buen momento de tomar un cafelito en Rivas, así que nos detuvimos un rato para charlar y recuperarnos de tanta cuesta.

La vuelta la iniciamos a traves de los Cantiles Yesíferos de Rivas hacia la Presa del Rey, con ritmo tranquilo (con la mente en el tramo asfaltado hacia la Warner), recorrimos algunos caminos recién apisonados hasta el desprendimiento que corta el camino y obliga a bajarse de la bici para poder salvarlo.


Pasamos la Presa del Rey y comienza a caer agua boba de esa que moja, algunos paran para ponerse el impermeable, una todos en marcha, se masca la tragedia. Juanma, Quique y Rober comienzan a dar zapatilla, al poco Rober se descuelga y se queda con David y Estevez a relevos, el grupo se estira y llegamos a la rotonda de la Warner con un calentón impresionante. Para cuando llegamos, Quique y Juanma han recuperado por completo, la lluvia se había detenido por completo y el sol calentaba, los que se habían puesto el chubasquero se lo quitaron. Faltaban David y Goyo que que se habían parado trescientos metros atrás por un pinchazo.


Ya todos juntos continuamos por el carril-bici de la M-301 hacia San Martín de la Vega con la intención de hacer el senderito que recorre el limite norte de la Finca de los Espartales, preámbulo de los Cerros de Benja. Atravesamos el pueblo a buen ritmo y salimos de nuevo al monte.

Los hay que van bien pero algunos acusan la fatiga y el grupo se estira, menos mal que al final de cada repecho se hace una paradita. Llegando a Valdemoro se barajan diferentes posibilidades para finalmente tomar la determinación de coger el camino más corto a Parla desde Valdemoro, nos dependimos de los pinteños Juanma y Quique que toman la pista que va paralela a la linea ferroviaria y nosotros entramos a Valdemoro por la zona de Bolitas de Airón.


Salimos de Valdemoro por el camino a Torrejón de Velasco y Goyo, con la intención de calmar los ánimos, se pone a marcar el ritmo que resultó ser gradualmente intenso y nos llevó a todos con el gancho puesto hasta superar la cuesta y comenzar la bajada hacia el arroyo Guatén. Nos despedimos de Estevez que continuó hacia Torrejón de Velas y nosotros seguimos por el Camino de la Culebra y la Vereda de la Calderona, que conduce hasta el Circuito de Parla pasando por el antiguo Campo de Tiro, habíamos echado el resto en los puentes del AVE y de la R-4, así que esta última parte ya la hicimos en plan relajación. Se habló de ir a tomar un refresco, pero ya eran casi las dos de la tarde y ya había hambre.


Llegamos a Parla a las 1:45. Una muy buena ruta de 82km y con un tiempo bueno ¡¡y todos contentos de la paliza que nos habíamos metido!!. En fin, una jornada excepcional, ¡Hasta la próxima roselines!

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Texto original por Abilio.
Editado por Roberto.
Fotos: Goyo y Estevez.

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